COVID-19
La COVID-19 es una enfermedad contagiosa causada por un virus descubierto en 2019. Causa, con mayor frecuencia, síntomas respiratorios que pueden parecerse a los de un resfriado, una gripe o una neumonía. En ocasiones, puede afectar otras partes del cuerpo. La mayoría de las personas tienen síntomas leves, pero algunas pueden enfermarse con gravedad.1 Afortunadamente, las vacunas contra la COVID-19 son una forma segura y eficaz de prevenir enfermedades graves.2
Aprendamos más sobre los síntomas, las pruebas y las vacunas contra la COVID-19. Inicia sesión en tu cuenta o llama al número que figura en tu tarjeta de identificación de miembro para encontrar información sobre cómo algunos beneficios para miembros pueden haber cambiado con la finalización de la emergencia de salud pública el 11 de mayo de 2023.
Síntomas de la COVID-19
Puedes experimentar una amplia variedad de síntomas a causa de la COVID-19. Los síntomas pueden variar, según el estado de vacunación y la variante de COVID-19 que tengas (los virus cambian con el tiempo para crear nuevas versiones llamadas "variantes"). Los síntomas suelen aparecer de 2 a 14 días después de la exposición al virus. Entre los posibles síntomas, se incluyen los siguientes3:
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Fiebre o escalofríos
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Tos
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Falta de aire o dificultad para respirar
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Fatiga
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Dolor muscular o dolores corporales
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Dolor de cabeza
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Pérdida del gusto o del olfato
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Dolor de garganta
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Congestión o secreción nasal
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Náuseas o vómitos
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Diarrea
La lista no incluye todos los síntomas posibles. Consulta la página de los síntomas de la COVID-19 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) para obtener la información más reciente.
Seguridad y protección relacionados con la COVID-19
Si el resultado de tu prueba de COVID-19 fue positivo, estuviste expuesto al virus o deseas conocer las pautas más recientes para aislarte y protegerte a ti mismo y a otros de enfermarse, consulta las pautas de los CDC sobre la COVID-19 y otras enfermedades respiratorias.
Existen dos tipos principales de pruebas para el virus que causa la COVID-19: las pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAAT, por sus siglas en inglés) y de antígenos. Sigue leyendo para obtener más información sobre cada tipo.4
NAAT: también conocida como "prueba basada en la reacción en cadena de la polimerasa" (PCR, por sus siglas en inglés), esta es la prueba que suele realizarse en el consultorio de un médico, un laboratorio o un centro de pruebas. Son las pruebas más confiables para personas con síntomas o sin estos. Es posible que tengas que esperar unos días para obtener los resultados.
Pruebas de antígenos: son pruebas rápidas que proporcionan resultados en 15 a 30 minutos. Las pruebas domésticas de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés) suelen ser pruebas de antígenos. Tienden a ser menos confiables que las NAAT, en especial si no tienes síntomas. Si el resultado de la prueba es negativo, los CDC recomiendan realizar otra prueba de antígeno al menos 48 horas después de la primera prueba como la mejor manera de descartar una infección.4
Si necesitas una prueba PCR, comunícate con tu médico de atención primaria para programar una cita. Este tipo de prueba puede requerir un deducible o coseguro, según los beneficios de tu plan.
Si necesitas una prueba doméstica de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés), visita la farmacia local de la red. También puedes solicitar pruebas en línea en muchas farmacias minoristas. La mayoría de los planes de UnitedHealthcare no incluyen cobertura para pruebas domésticas de la COVID de venta libre después de que finalizó el período de emergencia de salud pública nacional el 11 de mayo de 2023. Sin embargo, si tienes una cuenta de ahorros de salud (HSA, por sus siglas en inglés) o una cuenta de gastos flexibles (FSA, por sus siglas en inglés), por lo general, puedes usarlas para pagar las pruebas domésticas OTC.
Visita el sitio web de los CDC para obtener orientación sobre cómo vacunarte contra la COVID-19. Encontrarás información sobre las vacunas y recomendaciones para grupos específicos de personas, como niños y personas inmunodeprimidas.
Lleva tu tarjeta de identificación de miembro de UnitedHealthcare. También trae tu identificación con fotografía, como una licencia de conducir, para que comprobemos tu identidad. Encuentra información adicional sobre cómo prepararte para la cita de vacunación en el sitio web de los CDC.
SÍ. Cuando muestres tu tarjeta del seguro de salud, también colaboras para garantizar que haya un registro digital de tu vacunación contra la COVID-19 disponible a través de tu cuenta de miembro de UnitedHealthcare. Además, si recibes servicios adicionales durante la cita de vacunación o recibes la vacuna durante una visita de rutina al consultorio, es posible que debas abonar copagos, deducibles, coseguro o cargos fuera de la red, según tu plan de beneficios.
Visita el sitio web de los CDC para obtener información útil sobre cómo vacunarte contra la COVID-19. Asegúrate de ir con tiempo a tu cita. Es probable que tu proveedor de vacunación te controle después de vacunarte, en general, unos 15 minutos para controlar si se produce una reacción alérgica poco frecuente.
Las vacunas y los refuerzos contra la COVID-19 están ampliamente disponibles a través de todos los proveedores de vacunación, incluidas las farmacias minoristas, los consultorios médicos y otros sistemas de salud.
La mayoría de los planes de UnitedHealthcare incluyen vacunas contra la COVID-19 sin costo adicional para los proveedores de la red, como parte de tus beneficios de atención preventiva. Sin embargo, si te vacunas contra la COVID-19 durante una visita de rutina al médico en la cual consultas sobre otras necesidades médicas de diagnóstico, es posible que tengas un costo compartido por la visita al consultorio, según tu plan de beneficios. Es decir, puedes ser responsable de un copago, un coseguro o un deducible. Inicia sesión en tu cuenta de miembro para conocer los detalles de tu cobertura.
Si bien la mayoría de las personas se recuperan de la COVID-19 a las pocas semanas de enfermarse, algunas personas pueden experimentar efectos a largo plazo de su infección, conocidos como "afecciones pos-COVID" (PCC, por sus siglas en inglés) o "COVID persistente". Estas afecciones incluyen distintos problemas de salud continuos que pueden durar semanas, meses o años. Las vacunas pueden reducen tus posibilidades de contraer COVID persistente. Visita el sitio web de los CDC para obtener más información sobre la COVID persistente.