Cáncer de cuello uterino
De los 5 tipos de cánceres ginecológicos, el cáncer de cuello uterino es el único para el que existe una prueba de detección que revela células anormales y una vacuna que lo previene.1 También puedes adoptar hábitos de estilo de vida sencillos para prevenirlo. Hay mucho que hablar sobre este tema, pero comencemos con la definición del cáncer de cuello uterino.
El cáncer de cuello uterino comienza en las células del cuello uterino (la parte inferior del útero de la mujer donde crece el bebé). El cuello uterino se compone de dos partes, y cada parte está cubierta por diferentes tipos de células. El lugar donde se unen estas dos partes del cuello uterino se llama "zona de transformación". Es el lugar donde las células cambian constantemente, por lo que no sorprende que la mayoría de los cánceres de cuello uterino comiencen allí. Cuando las células cambian de manera anormal, se llaman "células precancerosas". Desaparecen con tratamiento o se convierten en cáncer.2
¿Qué tipos de cáncer de cuello uterino existen?
Existen varios tipos de cáncer que pueden aparecer en el cuello uterino. Casi todos los cánceres de cuello uterino son carcinomas o adenocarcinomas. Los tipos son los siguientes3:
- Carcinoma epidermoide: comienza en la parte exterior del cuello uterino, donde se encuentran las células escamosas (células que se encuentran en la parte externa de la piel). En el 90 % de los casos, el cáncer es un carcinoma epidermoide.
- Adenocarcinoma: comienza en las células glandulares que se encuentran en la abertura del cuello uterino (estas células producen mucosas y ayudan al flujo menstrual).
En raras ocasiones, ambos cánceres aparecen al mismo tiempo. Pero, si lo hacen, se llama "carcinoma adenoescamoso" o "carcinoma mixto".
El diagnóstico a tiempo puede ser fundamental para un tratamiento exitoso. Puedes detectar los primeros signos de cáncer de cuello uterino (como esas células precancerosas que mencionamos anteriormente) mediante dos pruebas de detección importantes. Probablemente, estés familiarizada con ellos.4,5
- Prueba de Papanicolaou: se utiliza una especie de hisopo de algodón, pero para el cuello uterino. El médico utiliza un pequeño cepillo o un hisopo de algodón para recolectar una muestra de células y mucosas del cuello uterino, y analizarlas en busca de células precancerosas. Ten en cuenta que esta prueba es diferente de un examen pélvico, que se utiliza para detectar signos de otros problemas reproductivos, como el cáncer de ovario. Cuando cumplas 21 años (o cuando el médico te indique que es el momento), comenzarás a realizarte pruebas de Papanicolaou con regularidad. Además, si los resultados son normales, es posible que debas esperar tres años antes del próximo.6
- Prueba del virus del papiloma humano (VPH, por sus siglas en inglés): es importante conocer esta prueba. La mayoría de los cánceres de cuello uterino son causados por el VPH, que es una enfermedad de transmisión sexual. Sin embargo, la prueba en sí no es diferente de una prueba de Papanicolaou. El médico toma una muestra del cuello uterino para recolectar células que se analizarán para detectar los tipos de VPH con mayor probabilidad de causar cáncer. ¿Sabías que tener VPH es el factor de riesgo más importante para contraer cáncer de cuello uterino? Esta es una muy buena razón por la que querrás asegurarte de hacerte pruebas periódicas, por lo general, entre los 30 y los 65 años. Si los resultados son normales, es posible que debas esperar 5 años antes de la siguiente prueba.5
Según tu salud personal y tus factores de riesgo, es posible que el médico solo recomiende una de estas pruebas o ambas (lo que se conoce como "prueba conjunta"). Ambas pruebas son una forma eficaz de detectar los primeros signos de cáncer de cuello uterino, así que asegúrate de estar al tanto de tus pruebas de detección preventivas, sin importar cuál te hagas.
Si el médico detecta algo sospechoso, es probable que te realicen una prueba de diagnóstico para obtener un diagnóstico más concluyente. Podría ser una colposcopia o una biopsia.6
Los cánceres y precánceres de cuello uterino en etapa inicial, por lo general, no causan ningún síntoma (razón por la cual esas pruebas de detección son tan importantes). Es posible que no notes síntomas hasta que el cáncer crezca en el tejido cercano. Cuando esto sucede, puedes notar, por ejemplo, lo siguiente7,8:
- Sangrado vaginal anormal (como sangrado después de tener relaciones sexuales, períodos de menstruación más abundante de lo normal o sangrado después de la menopausia)
- Secreción vaginal abundante, acuosa o sanguinolenta, y con mal olor
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Dolor pélvico
Si el cáncer está más avanzado, es posible que tengas las piernas hinchadas, te cueste ir al baño u orines con sangre. Puede resultar incómodo comentarle al médico algunos de estos síntomas, pero es importante que consultes de inmediato si notas algún signo. Recuerda, probablemente, lo hayan visto y oído todo. Está bien abrirse a la hora de explicar lo que está pasando con tu cuerpo.
Si bien existen factores de riesgo conocidos para el cáncer de cuello uterino, las mujeres que los presentan aun pueden tener pocas posibilidades de padecerlo. Las mujeres sin ningún factor de riesgo, rara vez, padecen cáncer de cuello uterino, lo que es positivo. Dicho esto, esta es una lista de factores de riesgo9:
- Infección por VPH: ¿sabías que hay más de 150 virus relacionados con el VPH? Más de lo que uno podría pensar. Algunos tipos de VPH de bajo riesgo pueden solo causar verrugas (papilomas), mientras que otros tipos de alto riesgo pueden causar cáncer. La prueba del VPH es una buena forma de detectar infección y descubrirla a tiempo.
- Antecedentes sexuales: no siempre es fácil hablar sobre este tema, pero tu vida sexual influye en el riesgo de padecer cáncer de cuello uterino. Te pregunta cosas como ser sexualmente activo desde antes de los 18 años, tener muchas parejas (o una pareja que tiene muchas parejas sexuales o que tiene VPH). Abrirte con tu médico sobre este tema puede ayudar a comprender mejor cuál es la mejor manera de cuidar tu salud.
- Tabaquismo: el consumo de tabaco duplica las probabilidades de padecer cáncer de cuello uterino. Además, fumar limita la capacidad del sistema inmunológico para combatir las infecciones por VPH.
- Debilitamiento del sistema inmunológico: el sistema inmunológico es importante para eliminar las células cancerosas. Entonces, si el tuyo está debilitado, las posibilidades de que un precáncer se convierta en cáncer pueden ser mayores.
- Antecedentes familiares: si tu madre o tu hermana fueron diagnosticadas, tus posibilidades aumentan.
La mejor manera de prevenir el cáncer de cuello uterino es hacerse una prueba de Papanicolaou o una prueba de VPH con regularidad. Otras medidas que puedes tomar son practicar sexo seguro y limitar la cantidad de parejas sexuales. También, asegúrate de mantenerte lejos del tabaco o intenta dejar de fumar.
Como la mayoría de los cánceres de cuello uterino están relacionados con el VPH, aplicarse la vacuna contra el VPH puede ayudar a prevenirlo. Habla con tu médico sobre si la vacuna es indicada para ti.10
El mejor tratamiento puede depender de lo avanzado que esté el cáncer. También dependerá de los planes de tener un bebé que tengas. Después de hablar con el médico y su equipo de atención, decidirás cuál es el mejor plan para ti. Cada tipo de tratamiento funciona de la siguiente manera11, 12:
- Cirugía: con este tratamiento suele tratarse el cáncer de cuello uterino en su etapa inicial. Los cánceres pequeños se pueden extirpar dejando el cuello uterino intacto, mientras que otros pueden tratarse con cirugía para extirpar el cuello uterino y, posiblemente, el útero.
- Radiación: elimina las células cancerosas y, a menudo, se usa con dosis bajas de quimioterapia para tratar el cáncer de cuello uterino que se ha diseminado de forma local. También se puede usar después de la cirugía si son muchas las posibilidades de que el cáncer reaparezca.
- Quimioterapia: la quimioterapia también elimina las células cancerosas. Al igual que la radiación, se usa para combatir el cáncer de cuello uterino que se ha propagado al tejido cercano. Para los cánceres avanzados, la quimioterapia suele utilizarse sola.
- Terapia dirigida:este enfoque apunta a las debilidades del cáncer y las aprovecha para que la medicina pueda actuar y eliminarlo.
- Inmunoterapia: este enfoque funciona un poco como una vacuna, pero contra el cáncer de cuello uterino. Ayuda al cuerpo a reconocer y combatir las células cancerosas.
La cirugía es el tratamiento más frecuente contra los cánceres de cuello uterino en etapa inicial, pero es una gran decisión. Investiga, haz preguntas a tu proveedor y piensa en tus planes de tener hijos si esa idea forma parte de tus planes futuros.
¿A quién debo consultar si me preocupa el cáncer de cuello uterino?
Si crees que tienes algunos de los síntomas que se mencionaron anteriormente, visita a tu proveedor de atención primaria (el médico o proveedor al que podrías consultar para tu examen físico anual y las pruebas periódicas de Papanicolaou y de VPH). Lleva una lista de los síntomas, los medicamentos que tomas y anota cualquier otra cosa que el médico pueda preguntarte (tal vez, también lleva algunas notas sobre tus antecedentes sexuales; probablemente, se hable sobre el tema). Dependiendo de cómo vaya la conversación, el médico puede solicitar algunas pruebas para determinar si tus síntomas se deben o no al cáncer de cuello uterino. Además, es posible que te recomienden programar una cita con tu ginecólogo.13