Cáncer de mama
¿Sabías que el cuerpo está en constante crecimiento y siempre reemplaza las células? El ciclo de crecimiento celular funciona en piloto automático para producir células sanas, pero, a veces, ciertos genes pueden mutar. En este caso, las células pueden crecer sin control y formar un tumor. Esos tumores pueden ser cancerosos o no. Si un tumor canceroso crece en el tejido mamario, se llama "cáncer de mama". Si bien, según las estadísticas, a 1 de cada 8 mujeres se le diagnosticará cáncer de mama, y las tasas de diagnóstico y muerte continúan disminuyendo.1 Mejores pruebas de detección, la detección anticipada y una mayor concienciación han contribuido a reducir esas cifras.1 Pensar en la posibilidad de contraer cáncer de mama puede ser preocupante, pero cuanto más conocimiento tengas, mejores posibilidades tendrás de detectar posibles cánceres a tiempo y de tomar decisiones informadas sobre tu salud.
¿Qué tipos de cáncer de mama existen?
Conocer el tipo de cáncer de mama es importante para determinar qué opción de tratamiento podría funcionar mejor. Dónde comienza el cáncer y si se ha propagado son dos factores que pueden ayudar a determinar de qué tipo es. Las dos categorías principales de cáncer de mama son invasivo (cáncer que se ha diseminado a tejidos cercanos fuera de la mama) y no invasivo (cáncer que permanece dentro del tejido mamario). Esta es una lista de los tipos más frecuentes de cáncer de mama2:
Cánceres de mama invasivos
- Carcinoma ductal invasivo: comienza en un conducto galactóforo, crece y se propaga hacia otras partes de la mama (y quizás otras partes del cuerpo). Este es el tipo de cáncer de mama más frecuente.
- Carcinoma lobulillar invasivo: comienza en los lóbulos y se propaga a los tejidos cercanos (y quizás a otras partes del cuerpo). Este es el segundo tipo más frecuente.
- Cáncer de mama inflamatorio: comienza en los conductos o lóbulos y se propaga más rápido que otros tipos de cáncer de mama. Puede causar enrojecimiento e inflamación en la superficie de la mama y podría confundirse con una infección mamaria.
- Enfermedad de Paget de la mama: comienza en la piel del pezón y la areola, y produce células tumorales llamadas "células de Paget" (este tipo es menos frecuente).
- Angiosarcoma de mama: comienza en el revestimiento de los vasos linfáticos o sanguíneos. Este tipo es raro y agresivo, y es más frecuente en personas mayores de 70 años. Las complicaciones de la radioterapia en la mama pueden ser la causa.
- Tumor filoides: comienza en el tejido conectivo de la mama. Este tumor poco común se encuentra con mayor frecuencia en mujeres de 40 años. Las personas con cierta condición genética llamada "síndrome de Fraumeni" pueden correr un mayor riesgo.
Cánceres de mama no invasivos (in situ)
- Carcinoma ductal in situ (DCIS, por sus siglas en inglés): comienza en un conducto y permanece dentro del tejido mamario. Este tipo de cáncer de mama representa, aproximadamente, el 20 % de los casos nuevos diagnosticados.
- Carcinoma lobulillar in situ (LCIS, por sus siglas en inglés): se presenta cuando las células anormales crecen dentro de los lóbulos y permanecen allí sin propagarse. Es posible que estos grupos de células no sean cancerosos, pero aumentan las posibilidades de padecer cáncer de mama invasivo, por lo que tú y tu equipo de atención deben vigilarlo de cerca.
La tecnología de las pruebas de detección del cáncer de mama sigue mejorando cada vez más. Los controles periódicos permiten anticiparse a cualquier sospecha (y detectarla). Es importante saber que la detección y el diagnóstico del cáncer de mama son dos cosas diferentes. Las mamografías son un control de rutina del tejido, mientras que una ecografía o una imagen por resonancia magnética (IRM) brindan una imagen más detallada de las mamas una vez que el médico detecta un tumor. La única manera de diagnosticar, verdaderamente, el cáncer de mama es mediante una biopsia de tejido.
Una biopsia de tejido mamario es una prueba mediante la que se toma una muestra de tejido o líquido de una mama. Luego, un especialista examina esas células bajo un microscopio para determinar si se trata de cáncer o no y, de ser así, de qué tipo.3
Los signos y síntomas del cáncer de mama pueden presentarse de forma diferente en cada persona. Tú eres quien mejor conoce tu cuerpo, así que si notas algo inusual, visita a tu médico de inmediato. Es posible que te realicen un examen rápido de las mamas o te recomienden una mamografía como primer paso para determinar qué está causando los síntomas. Entre los primeros signos de cáncer de mama en mujeres, se incluyen los siguientes4:
- Un bulto parecido a una canica en la mama o en la axila que no desaparece
- Inflamación en la axila o cerca de la clavícula
- Dolor y sensibilidad en cualquiera de las mamas
- Un punto plano o hundido en la mama
- Cambios en el tamaño, el color o la textura de las mamas
- Secreción inusual del pezón (puede ser clara, con sangre o de otro color)
Si bien, en realidad, no existe una lista de las causas del cáncer de mama, sí sabemos que existen ciertos factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de diagnóstico. Los factores de riesgo frecuentes para el cáncer de mama son los siguientes5:
- Sexo femenino
- Edad avanzada
- Antecedentes personales o familiares de cáncer de mama
- Genes heredados (como el síndrome de Li-Fraumeni)
- Exposición a la radiación
- Obesidad
- Inicio de la menopausia o tener un hijo a una edad mayor
- No haber estado nunca embarazada
- Terapia hormonal posmenopáusica
Así como puedes tener los hoyuelos de tu papá o los ojos verdes de tu mamá, también heredas los genes (buenos y malos) que afectan tu salud general. Entonces, si alguien de tu familia inmediata ha padecido una afección de salud grave, podrías correr mayor riesgo de que te diagnostiquen lo mismo. Esto también aplica para el cáncer de mama. De hecho, si a tu madre, hermana o hija le han diagnosticado cáncer de mama, tu riesgo se duplica.Si ese es el caso, podrías beneficiarte de las pruebas de detección con mayor anticipación y frecuencia.
Otra opción es hacerse una prueba de genes comunes relacionados con el cáncer de mama. Si tienes uno de esos genes, podrías adoptar un enfoque más agresivo y considerar una cirugía protectora (preventiva), como una mastectomía o una ooforectomía. Estas cirugías pueden reducir, en gran medida, las posibilidades de contraer cáncer de mama, pero es posible que no las eliminen. Habla con el médico sobre tus antecedentes familiares y el mejor enfoque para controlar o reducir el riesgo.6
Según el tipo y la gravedad del cáncer de mama, las opciones de tratamiento varían desde terapias hasta cirugía. Por eso, es tan importante saber exactamente qué tipo de tumor puedes tener antes de analizar tus opciones. Este un resumen de los tratamientos frecuentes contra el cáncer de mama7:
- Cirugía: una tumorectomía extirpa el tumor (a menudo, el primer paso del tratamiento).
- Radioterapia: utiliza ondas de alta energía para eliminar las células cancerosas. A menudo, se usa después de una cirugía o si el cáncer se ha diseminado.
- Quimioterapia: utiliza medicamentos para eliminar las células cancerosas. Puede usarse antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y después como una forma de eliminar las células cancerosas sobrantes.
- Terapia hormonal: utiliza medicamentos para evitar que las hormonas (como el estrógeno) contribuyan al crecimiento de las células cancerosas. Piensa en los estrógenos como fertilizantes y en las células cancerosas como flores. Si las hormonas no pueden adherirse a las células cancerosas, no podrán crecer.
- Terapia dirigida:utiliza un medicamento para atacar ciertas células cancerosas y detener su crecimiento. Por ejemplo, puede atacar proteínas específicas que hacen que el cáncer crezca y luego bloquearlas para que no puedan afectar a la célula.
- Inmunoterapia: Este enfoque funciona un poco como una vacuna, pero contra el cáncer de mama. Ayuda al cuerpo a reconocer y combatir las células cancerosas.
¿A quién debo consultar si me preocupa el cáncer de mama?
Si has encontrado un bulto sospechoso cerca de la mama o tienes otras inquietudes sobre tu nivel de riesgo, visita a tu proveedor de atención primaria (el médico o proveedor al que podrías consultar para tu examen anual). Lleva una lista de los síntomas, tus antecedentes médicos y preguntas. Si te han realizado pruebas de detección en el pasado, como una mamografía, envía esas imágenes a la clínica de atención primaria antes de la cita. Dependiendo de cómo vaya la conversación, el médico puede ordenar más pruebas de imágenes o derivarte a un especialista en cáncer de mama.