Compra en familia y disfruta de estos beneficios
Cuando lidias con una agenda ocupada y largas listas de tareas pendientes, es comprensible que quieras que ir al supermercado sea lo más rápido y eficiente posible. Pero llevar a tus hijos te ofrece una oportunidad de enseñanza: pueden adquirir una serie de habilidades para la vida con solo caminar por los pasillos contigo.
Hacer las compras de supermercado en familia puede despertar la curiosidad por la comida. También puede ayudar a que tus hijos crezcan y se conviertan en adultos en una alimentación saludable. Al fin y al cabo, las personas que dedican más tiempo a preparar la comida en casa consumen una dieta más saludable.1 Y los niños más pequeños y los más quisquillosos con la comida podrían sentirse inclinados a comer más si ellos mismos participan en la preparación de los alimentos.2
Descubre cómo involucrar (y mantener) a los niños en todo el proceso de compra de alimentos y lo que les enseñará, incluso antes de que visiten la tienda.
Antes de salir de casa
Hacer una lista o un inventario de la despensa antes de ir a la tienda es una excelente manera de mantenerte organizado y también podría ahorrarte dinero. Aquí te damos algunos hábitos previos a las compras que se pueden adoptar en familia.
Crea un plan de comidas
Anotar algunas ideas de comidas para la semana agiliza las compras. Pide a los niños que también hagan una lluvia de ideas. ¿Qué les gustaría para los almuerzos y las cenas? Involucrarlos en la toma de decisiones puede facilitar la hora de las comidas.
Haz un inventario
Haz que los niños comparen los estantes de la despensa y del refrigerador con las recetas del plan de comidas. ¿Qué ingredientes tienes y cuáles faltan? Luego, haz una lista de lo que necesitas. Los niños más pequeños pueden practicar a contar. Los niños mayores pueden trabajar en las matemáticas al medir: ¿necesitas más mantequilla si la receta indica 4 cucharadas?
Haz una lista de compras
Las listas de compras hacen que comprar sea más fácil y rápido, y pueden ahorrarte dinero porque es más probable que te ciñas a los artículos de la lista. También reducen el exceso de comida que podría desperdiciarse durante la semana. Explica cómo las listas ahorran tiempo y dinero. Dependiendo de las edades de tus hijos, pueden escribir la lista por ti.
Durante la compra
Hay mucho que los niños deben dominar a medida que recorren juntos los pasillos y buscan los artículos de la lista. Concéntrate en las siguientes tareas de compra.
Elijan las frutas, verduras y carne juntos
La mayoría de nosotros elegimos cuidadosamente nuestros alimentos, ya sea un racimo de bananas o unos muslos de pollo. Habla con tus hijos sobre cómo encontrar los ingredientes más frescos y por qué es importante. Eso puede incluir apretar las frutas y mirar las fechas de vencimiento.
Compara artículos
Muestra a tus hijos cómo comparar productos. Por ejemplo, señala el panel nutricional y la lista de ingredientes de 2 cajas de cereal diferentes. Léanlos juntos y luego elijan la opción más saludable. Los niños mayores pueden aprender sobre el precio por unidad versus el costo total y cuál es más barato.
Cuando vuelvas a casa
Es posible que te sientas tentado a terminar estas tareas tú mismo. Pero hay otras lecciones valiosas que tus hijos pueden aprender si te ayudan.
Descarguen y desembalen juntos
Cuando todos colaboran, el trabajo va más rápido. Tómate el tiempo para enseñar a tus hijos la regla de "primero en entrar, primero en salir" del refrigerador y el congelador. Por ejemplo, explícales la importancia de guardar la leche nueva detrás de la que ya tienes abierta.
Prepara la comida
Los niños no tienen que ayudarte a preparar toda la comida. Simplemente concentrar su energía en un solo elemento, como la ensalada o pelar ajo, es fantástico. Les ayudará a ver cómo los ingredientes crudos que eligieron se convierten en una comida. Y es posible que estén más comprometidos porque estuvieron involucrados en las compras. También es más probable que prueben alimentos nuevos para ellos a la hora de comer.
No es necesario que vayan de compras juntos cada vez. Piensa en ello como una excursión familiar; tal vez como algo para hacer una vez por mes. Esto suele ser suficiente para enseñarles a tus hijos algunas lecciones de vida importantes que les servirán cuando sean adultos.