Cómo encontrar actividades para niños a los que no les gustan los deportes de equipo
Ayudar a los niños a adoptar hábitos saludables de ejercicio desde una edad temprana es importante para la salud física y mental. Sin embargo, si a tu hijo no le gustan los deportes de equipo organizado, puedes ayudarlo a mantenerse activo de muchas maneras.
"Primero, trata de descubrir qué es lo que a tu hijo no le gusta de los deportes de equipo", sugiere el fisiólogo del ejercicio Pete McCall, especialista certificado en fuerza y acondicionamiento. Si tu hijo se siente cómodo conversando, puedes preguntarle directamente; de lo contrario, es posible que tengas que encontrar pistas por tu cuenta.
Tal vez, tu hijo todavía esté desarrollando las habilidades que necesita para patear una pelota o seguir instrucciones, y, por eso, el campo de fútbol no le resulta atractivo. O, quizás, no le guste competir, pero le encantaría correr solo al aire libre. Una vez que determines lo que le gusta y lo que no le gusta, busca actividades que sí se adapten a tu hijo. Al igual que los adultos, cuando los niños realmente disfrutan de una actividad física, es más probable que sigan haciéndola.
¿Cómo puedes determinar qué actividades podrían funcionar para tu hijo? Estas 4 preguntas pueden ayudarte a descartar opciones.
1. ¿Prefiere jugar solo o con otros?
¿Cómo suele jugar tu hijo: en grupos grandes, con un solo amigo o solo?
¿Por qué es importante? Porque la forma en que juegan los niños permite conocer su temperamento. Y el temperamento (o personalidad), junto con las habilidades deportivas e incluso la genética, pueden contribuir a la motivación de los niños respecto de ciertos tipos de actividad física.1
Por lo tanto, asegúrate de tener en cuenta su personalidad cuando busques formas de ayudarlo a mantenerse activo. A algunos niños les encantan las amistades que surgen de los deportes de equipo, como el fútbol y el baloncesto, pero es posible que esa no sea la preferencia de tu hijo, lo cual está bien. Es posible que a tu hijo le gusten más las competencias individuales, como el karate o el tenis, o, tal vez, solo prefiera andar en patineta o en bicicleta solo.
Cada niño es diferente, y no existe una forma correcta de realizar actividad física. Lo importante es que encuentre algo que le guste y se mantenga activo todos los días.
2. ¿Prefiere jugar adentro o afuera?
Si a su hijo no le gustan los insectos ni pasar calor o frío, por ejemplo, es probable que no disfrute de ningún tipo de actividad física al aire libre, ya sean deportes de equipo o juegos individuales. Por otro lado, si a tu hijo le encanta pasar todo su tiempo libre en el exterior, es posible que esté menos interesado en mantenerse activo en lugares cerrados.
Habla con tu hijo sobre lo que le gusta. Luego, sugiere actividades que aprovechen sus preferencias en el interior o en el exterior. Lo importante es ser flexible y estar abierto a sugerir diferentes opciones. Por ejemplo, si tu hijo no quiere jugar tenis o correr al aire libre porque prefiere estar adentro, puedes ofrecerle la oportunidad de probar gimnasia o una clase de yoga para niños.
3. ¿En qué es bueno?
Algunos niños pueden ser reacios a practicar un deporte de equipo porque no creen que sean buenos para ese deporte y no quieren pasar vergüenza delante de sus compañeros. Si crees que ese podría ser el caso, pregúntale a tu hijo en privado si le gusta el deporte. Si es así, ¿le gustaría practicarlo fuera de un equipo organizado?2 Una vez que se sienta más cómodo con las habilidades del deporte, es posible que quiera jugar en grupo. Y no hay necesidad de que sea un equipo competitivo organizado. Muchos centros comunitarios y centros recreativos locales ofrecen espacios y oportunidades menos competitivas para jugar con otros.
"Mientras tu hijo practica, asegúrate de ofrecerle mucho apoyo positivo", sugiere Teresa L. Lovins, M.D., miembro de la junta de la American Academy of Family Physicians. "Hazle saber que estás orgulloso porque está intentando, incluso si le resulta difícil", explica.
Considera también aprovechar las fortalezas existentes de tu hijo. Quizás, tu hijo sea muy flexible. Si es así, podría interesarle hacer gimnasia en un estudio local o en un centro comunitario. O bien, si tu hijo tiene mucha coordinación, jugar con un disco volador con amigos también puede ser una forma divertida de hacer ejercicio. Ten en cuenta que las actividades no tienen por qué organizarse con grupos grandes para que sean divertidas para los niños. Mientras estén contentos con la actividad y sientan que son buenos, querrán seguir haciéndola.
4. ¿Qué le interesa?
"Concéntrate en los intereses de tu hijo y trabaja para conectar el movimiento con eso", sugiere McCall.
Si se trata de naturaleza o animales, puedes intentar realizar caminatas con ellos. O bien, si tu hijo expresa interés en la natación, una piscina comunitaria local puede ofrecer piscinas al aire libre para que pueda chapotear. Quizás, a tu hijo le encanta moverse al ritmo de la música. Si es así, podrías considerar organizar una fiesta de baile con sus amigos una noche. No importa cuál sea el interés de tu hijo, existen opciones para que se mueva. Puede que lleve algo de tiempo descubrir qué es lo más indicado para él.
También es importante escuchar realmente lo que te dice tu hijo, sin introducir tus propias opiniones o lo que te gustaba o hacías cuando eras niño. De esa manera, se sentirá cómodo al expresar sus intereses únicos y cómo o dónde quiere participar.
Recuerda que el objetivo no es lograr que a tu hijo le encante un deporte de equipo (o se una a uno). El objetivo es ayudarlo a descubrir formas de moverse y estar activo que le resulten agradables, ya que le será muy útil en los años venideros.