Menopausia
Como mujer, tus hormonas controlan todo tipo de cosas, incluido tu ciclo menstrual. Los niveles de estrógeno y progesterona comienzan a disminuir naturalmente alrededor de los 45 años. Después de esa edad, se estabilizan. Suele ser el comienzo de la menopausia, o la etapa de la vida en la que se dejas de menstruar. Es probable que esta parte normal del envejecimiento cause algunos síntomas no deseados. Entonces, ¿cómo llega tu cuerpo a este punto?
Técnicamente, la menopausia comienza cuando el cuerpo pasa 12 meses completos sin período (lo que incluye la hemorragia escasa). Es posible que tu ciclo menstrual haya estado en piloto automático desde la pubertad y que tus ovarios hayan estado produciendo una gran cantidad de estrógeno para mantener un flujo mensual regular. A medida que te acercas a los 40 y 50 años, los ovarios producen cada vez menos estrógeno hasta que ya no hay suficiente para que tu cuerpo libere un óvulo. Esto es lo que desencadena la menopausia natural. Decimos "natural" porque, a veces, la extirpación de los ovarios también puede desencadenar la menopausia (menopausia prematura).1, 2
La menopausia natural es un proceso gradual que ocurre en 3 etapas: perimenopausia, menopausia y posmenopausia.3, 4
Perimenopausia
A menudo llamada "transición a la menopausia", la perimenopausia es el momento previo al último período. En este momento, tus niveles de estrógeno y progesterona comienzan a bajar lentamente. La perimenopausia puede durar de 8 a 10 años, pero el tiempo promedio es de alrededor de 4 años. Por ejemplo, si comienzas la perimenopausia cuando tienes 40, es posible que no pases a la menopausia completa hasta que estés más cerca de los 50.
Menopausia
Una vez que hayas pasado un año completo sin ninguna hemorragia menstrual, habrás alcanzado oficialmente la menopausia. Los ovarios han dejado de producir suficiente estrógeno para liberar óvulos y estás en camino a la posmenopausia.
Posmenopausia
Después de un año completo de menopausia, el cuerpo pasa a la posmenopausia. Es decir, has pasado por la menopausia y ahora vivirás sin el período por el resto de tu vida. Durante esta etapa, es probable que muchos síntomas desaparezcan. Pero algunos pueden durar muchos años después de la menopausia. También es importante tener en cuenta que, con niveles más bajos de estrógeno, corres mayor riesgo de sufrir ciertas afecciones de salud, como osteoporosis y enfermedades cardíacas.
Probablemente, hayas oído hablar de algunos síntomas que presenta tu cuerpo durante las etapas de la menopausia. Cada mujer tiene una experiencia diferente con los síntomas de la perimenopausia y la menopausia, por lo que podrías tener solo unos pocos o muchos. Si adviertes algunos o todos los siguientes síntomas, es posible que estés en la transición a la menopausia o que ya te encuentres en medio de ella5:
- Sofocos
- Sudores nocturnos o escalofríos
- Sequedad o malestar vaginal durante las relaciones sexuales
- Necesidad urgente de orinar (y con mayor frecuencia)
- Dificultad para dormir
- Cambios de humor o depresión leve
- Sequedad en la piel, los ojos o la boca
- Sensibilidad en los pechos
- Períodos irregulares
- Empeoramiento del síndrome premenstrual (SPM)
Estos cambios se deben a que el cuerpo tiene menos estrógeno y también a algunos de los altibajos en otros niveles hormonales. Básicamente, el cuerpo está tratando de recuperar el equilibrio. Podrías notar también, por ejemplo, lo siguiente:
- Ritmo cardíaco acelerado
- Dolores de cabeza
- Dolores articulares y musculares
- Cambio en la libido
- Dificultad para concentrarte o recordar
- Aumento de peso
- Pérdida o debilitamiento del cabello
Investiga un poco y habla con tu médico sobre cómo controlar los síntomas. Algunos pueden abordarse mediante cambios en el estilo de vida, mientras que otros, mediante remedios naturales (como hierbas y suplementos) o medicamentos. Para algunas mujeres, la terapia de reemplazo hormonal puede ser una buena opción para controlar ciertos síntomas.
¿Has oído a otras mujeres contar historias sobre los sofocos? Son uno de los síntomas más comunes (y más frecuentes) de la menopausia. Durante un sofoco, es posible que te sonrojes, comiences a sudar y, luego, sientas frío. Algunas mujeres solo los tienen por un tiempo y otras podrían tenerlos por el resto de su vida. Pero por suerte, Suelen disminuir la gravedad a medida que pasa el tiempo. Para ayudar, trata de mantenerte alejada de los desencadenantes conocidos, como la cafeína, el estrés, el tabaquismo, las comidas picantes, el alcohol y la ropa ajustada.
¿Sabías que el estrógeno ayuda a controlar el peso corporal? Los niveles más bajos de estrógeno pueden reducir tu metabolismo, aumentar la tendencia a comer más y causar que el cuerpo aumente el almacenamiento de grasa. Todos estos factores facilitan subir un poco de peso y dificultan adelgazar. Encontrar una rutina de ejercicios que funcione bien con tu cuerpo y estilo de vida (combinada con una dieta saludable y nutritiva) no solo puede ayudar a mantener tu cintura bajo control, sino también a mantener tu cuerpo saludable a medida que envejeces. La menopausia aumenta el riesgo de sufrir enfermedades, como la osteoporosis y enfermedades cardíacas, pero afortunadamente, el ejercicio regular ayuda a reducir el riesgo de contraerlas y mejora tu salud general, física y mental.6
El cuerpo de cada mujer reacciona de manera diferente después de la menopausia. Si bien los sofocos y el aumento de peso son algunas de las preocupación más frecuentes de las mujeres; el control de la vejiga, el insomnio y el riesgo de sufrir ciertas afecciones de salud también son cuestiones que, quizás, tengas que controlar después de la menopausia. Es importante tener paciencia con tu cuerpo y prestar mucha atención a cómo se sienten tu cuerpo y tu mente. Luego, habla con un experto sobre cómo puede ayudarte a superar estos cambios. Estos son algunos consejos con los que puedes empezar7:
- Mantén tu cuerpo fuerte: una dieta nutritiva y ejercicio regular pueden ayudar a mantener un buen peso corporal, y fortalecer los huesos y los músculos (es una buena idea elegir alimentos que fortalezcan los huesos para reducir el riesgo de osteoporosis).
- Aprende sobre tu salud ósea: es importante trabajar con tu proveedor de atención médica para determinar si corres riesgo de sufrir osteoporosis. El diagnóstico de la osteoporosis puede implicar varios pasos. Estos incluyen un examen físico y una prueba de densidad mineral ósea (DMO). Esta prueba puede medir la cantidad de hueso en diferentes partes del esqueleto para identificar si tienes osteoporosis o si está empeorando.8
- Cuenta tus Kegels: el músculo del suelo pélvico es el que sostiene el útero, la vejiga, el intestino delgado y el recto. Es lo que controla las pausas para ir al baño. Si tienes algunos accidentes o no tienes control de la vejiga cuando estornudas, prueba los ejercicios de Kegel. Fortalecen tu suelo pélvico y te ayudan a recuperar el control al orinar.9
- Practica hábitos saludables: evita el tabaco, lleva una dieta nutritiva, haz ejercicio con regularidad y cuida bien tu cuerpo y tu salud mental.
- Limita el estrés: corres mayor riesgo de padecer una enfermedad cardíaca después de la menopausia, y el estrés no hace más que aumentar ese riesgo. Considera, por ejemplo, el yoga, la meditación, la terapia de masajes, la acupuntura o incluso un nuevo pasatiempo que te ayude a calmarte.
¿A quién debo consultar acerca de la menopausia?
Si tienes preguntas o inquietudes sobre la menopausia, o deseas recibir orientación sobre cómo sobrellevar los síntomas, puedes acudir directamente a tu ginecólogo. El ginecólogo se especializa en la salud de los órganos femeninos y, probablemente, sea la mejor opción. También puedes consultar a tu proveedor de atención primaria (el médico o proveedor al que podrías consultar para tu examen físico anual). Asegúrate de venir preparada con una lista de síntomas y preguntas.
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