Cómo deshacerte de la culpa del cuidador
Cuidar a un ser querido puede ser gratificante. Sin embargo, también puede resultar desafiante y abrumador, en especial si dificulta dedicar tiempo a hacer otras actividades que te alegran.1
Esa puede ser una razón por la cual muchos cuidadores, a menudo, sienten que tienen que ocuparse de muchas cosas a la vez y pueden sentir que no están haciendo un buen trabajo en ninguna de ellas, explica Christina G. Yoshimura, Ph.D., consejera clínica con licencia y profesora de comunicación en la Universidad de Montana, en Missoula. Y eso, como resultado, puede producir sentimientos de culpa.
Si cuidas a un ser querido o conoces a alguien que lo hace, obtén más información sobre la culpa del cuidador, quién corre mayor riesgo y cómo aprender a deshacerte de ella.
Qué desencadena la culpa del cuidador
A menudo, detrás de esos sentimientos de culpa, se esconden expectativas imposibles. "Un cuidador puede sentir que no ha hecho lo suficiente por su ser querido o puede arrepentirse de haber sido impaciente con él", comenta Nichole Goble, directora de Iniciativas Comunitarias de Caregiver Action Network, la principal organización de cuidado familiar del país, en Washington, D.C. "También puede haber sentimiento de culpa si un cuidador le quita tiempo a su ser querido para hacer algo para él mismo".
"Si eres un cuidador y tu ser querido se cae o se enferma, puedes sentir que tienes la culpa. O bien, podrías sentir que estás sacrificando tu propia salud (o la de tu familia) porque pasas mucho tiempo cuidando a tu ser querido", señala M.T. Connolly, experta en justicia de personas mayores y autora de The Measure of Our Age: Navigating Care, Safety, Money and Meaning Later in Life.
"Además, si tu ser querido termina mudándose a una residencia para personas mayores o a un centro de vida asistida, también puede ser una fuente de culpa", añade.
¿Quién tiene mayor riesgo de sentir la culpa del cuidador?
"Casi cualquier persona que cuida a otra corre el riesgo de sentirse culpable", explica Yoshimura. Pero estos grupos pueden corren mayor riesgo:
- Los cuidadores que han desempeñado la tarea durante años
- Los cuidadores que cuidan a una persona con muchas necesidades (como una persona que padece demencia o cáncer)
- Las mujeres (que representan 2 de cada 3 cuidadores en los Estados Unidos)2
Los signos de la culpa del cuidador
"No todos los cuidadores tienen la misma experiencia", comenta Marvell Adams Jr., director ejecutivo de Caregiver Action Network. Pero señala sentimientos frecuentes entre los cuidadores, que incluyen los siguientes:
- Sentir ambivalencia, ira o resentimiento hacia tu ser querido u otros miembros de la familia
- Sentir que toda la carga del cuidado recae sobre ti
- Sentirse poco apreciado, en especial por la persona a la que estás cuidando
- Sentir que cuidar se ha apoderado de tu vida
"Esta ira puede generar culpa", explica Adams. "Si no se aborda, la culpa puede llevar al desgaste del cuidador". Y el desgaste, si bien es común, puede afectar negativamente tu salud física y mental.3
Cómo tratar la culpa del cuidador y deshacerse de ella
"Las estrategias para afrontar la culpa del cuidador son similares a aquellas para afrontar el estrés del cuidador", explica Adams. Para ayudar con la culpa y el estrés del cuidador, puedes tener en cuenta algunos de estos consejos.
Establece expectativas realistas
"Ningún cuidador es un superhéroe que pueda hacerlo todo", señala Adams. "Si tu ser querido tiene una enfermedad progresiva y su afección empeora, no es tu culpa", dice.
También es una buena idea no compararse con otros cuidadores. "Cada situación de cuidado es diferente, y no todas las personas con una enfermedad en particular tienen las mismas experiencias", indica Adams.
Cuídate a ti mismo
"En un avión, se supone que primero debes ponerte tu propia mascarilla de oxígeno antes de ayudar a ponérselas a tus hijos o a otra persona que dependa de ti. Lo mismo ocurre con el cuidado", explica Connolly. "No puedes ser un buen cuidador si no te cuidas a ti mismo", dice.
"Considera buscar un amigo, un familiar o un programa local o voluntarios que puedan ayudar u ofrecer atención de relevo", sugiere Connolly. "De esa manera, puedes tomarte un descanso de tu ser querido para pasar el rato con amigos, hacer ejercicio, consentirte o simplemente tomar un poco de tiempo libre", añade.
Haz un esfuerzo por no sentirte culpable por tomarte un descanso. Sin embargo, puede ser más difícil de lo que parece. "No está mal tomarse un descanso; es necesario", afirma Adams.
Busca apoyo
"Es posible que necesites tener a alguien con quien puedas hablar, que te comprenda y te apoye", explica Adams. "Puede ser cualquier persona, como un grupo de apoyo, un terapeuta o incluso un amigo que haya pasado por algo similar", añade.
"Si te decides por la terapia, busca un terapeuta que se especialice en terapia cognitivo-conductual (TCC) o terapia de aceptación y compromiso (TAC)", sugiere Yoshimura. "Ambos tipos pueden ser útiles para replantear las expectativas y percepciones de manera que los cuidadores puedan reducir su angustia", afirma.
Consulta las opciones de capacitación
A veces, brindar cuidados requiere que hagas tareas que nunca antes habías hecho, como bañar a tu ser querido o brindarle atención médica compleja. "Está alerta a los sentimientos que te superan", recomienda Connolly. Si ese es el caso, intenta obtener capacitación u orientación de un profesional experimentado, o busca más apoyo.
"Es posible que puedas obtener ayuda de programas locales y recursos comunitarios", señala Connolly. Las agencias del área local para personas mayores o la herramienta federal Eldercare Locator pueden recomendarte centros que brinden la asistencia que necesitas.
"El cuidado debe ser un deporte de equipo, no un esfuerzo en solitario, así que pide ayuda", explica Connolly. Eso puede convertirte en un mejor cuidador y brindarte un descanso muy necesario, que ayudará a detener el ciclo de culpa del cuidador.