Cómo ayudar a proteger tu salud auditiva

Tus oídos son órganos pequeños pero poderosos que contienen algunos de los huesos más pequeños y singulares del cuerpo, que trabajan juntos para ayudarte a oír y mantener el equilibrio. Pero, en un mundo de ruidos fuertes y situaciones ruidosas, es posible que, sin saberlo, estés poniendo en riesgo tu audición. 

Además, se está convirtiendo en una preocupación cada vez mayor para las generaciones más jóvenes. De hecho, se estima que el 17% de los adolescentes y el 19% de las personas de 20 a 30 años presentan signos de pérdida auditiva inducida por el ruido.1

El envejecimiento encabeza la lista de causas de la pérdida auditiva, pero ahora la exposición excesiva al ruido (ya sea por única vez o por muchos años) generalmente se considera el segundo factor más común.2 Es decir, en algunos casos, la pérdida auditiva se puede prevenir si reduces los decibeles (dB). 

Pérdida auditiva inducida por el ruido

Tu capacidad de oír depende de decenas de miles de pequeños sensores llamados “células ciliadas” en la cóclea u oído interno. Estas células ciliadas convierten las vibraciones en impulsos eléctricos, que luego se transmiten al cerebro. Pero los ruidos fuertes pueden destruir las células ciliadas y dañar la audición.

Con este tipo de pérdida auditiva, una vez que desaparece, no se puede recuperar la audición, y el tratamiento, como los audífonos, se convierte en la mejor opción. Demorar el tratamiento puede aumentar el riesgo de caídas, depresión y demencia.3

¿Qué tan fuerte es demasiado fuerte?

Si bien es poco probable que el sonido de alrededor de 70 dB, como el nivel de una conversación normal, dañe la audición, existen otras situaciones cotidianas en las que el ruido puede exceder los niveles seguros de decibeles4:

Jardinería

El zumbido de una cortadora de césped tradicional puede generar niveles de ruido de hasta 91 dB, lo que puede dañar la audición después de dos horas de exposición. Las máquinas quitanieves, los sopladores de hojas, las desmalezadoras y las herramientas eléctricas pueden hacer incluso más ruido. Algunas personas pueden incluso usar auriculares para escuchar música mientras cortan el césped u otros proyectos de mejoras para el hogar ruidosos, una práctica que los profesionales de la salud auditiva recomiendan evitar. En cambio, este tipo de actividades justifican el uso de tapones para los oídos que permitan reducir el volumen y proteger contra la exposición al ruido excesivo.

Motociclismo

La carretera puede ser un lugar peligrosamente ruidoso. Solo 50 minutos de exposición al ruido del motor de una motocicleta, que supera los 90 dB, puede contribuir a la pérdida de audición. 

Eventos deportivos

El nivel de ruido en los estadios de béisbol puede alcanzar un promedio de 83 dB y un máximo de 126 dB, valores que son lo suficientemente altos como para dañar el oído. Los niveles de ruido de 100 dB pueden dañar la audición en solo 15 minutos. El uso de tapones para los oídos puede ayudar a reducir el riesgo. 

Discotecas y conciertos

El riesgo de sufrir daños auditivos puede ser aún mayor en un evento de música en vivo. Las discotecas y los conciertos de rock pueden producir niveles de ruido de más de 110 dB. Sin protección auditiva, puedes sufrir una pérdida auditiva permanente en menos de cinco minutos. Del mismo modo, los niveles máximos de decibeles de los dispositivos de audio personales conectados a través de auriculares pueden ser similares a los de los conciertos de rock y pueden causar daño en pocos minutos.  

Armas de fuego y fuegos artificiales

Los sonidos fuertes no tienen que ser prolongados para ser peligrosos. Un disparo o una explosión de fuegos artificiales puede ser tan fuerte que puede causar pérdida auditiva duradera o un zumbido en los oídos llamado tinnitus. Casi todas las armas de fuego y muchos fuegos artificiales generan un ruido superior a 140 dB. Para proteger tu audición en campos de tiro y otras áreas donde puedes estar expuesto a disparos, los expertos recomiendan usar protección tanto dentro de los oídos como sobre estos.

Limitar la duración y la intensidad de la exposición al ruido puede ser tu mejor defensa para proteger tu audición. Estas sugerencias pueden ayudar:

  • Considera el uso de una aplicación de sonómetro para monitorear lo que puede ser ruido inseguro en público, como en restaurantes o en el gimnasio. 
  • Evita los lugares ruidosos o haz pausas frecuentes, incluso en conciertos.
  • Usa tapones para los oídos de espuma o protección auditiva reutilizable si no puedes evitar una exposición prolongada a lugares y ruidos fuertes.
  • Baja el volumen y sigue la regla de 60-60: configura los dispositivos de audio a no más del 60 % del volumen máximo y escucha no más de 60 minutos por día.
  • Puedes usar auriculares con cancelación de ruido.

Si sospechas que tú o un ser querido pueden tener pérdida auditiva, puedes utilizar una evaluación de audición en línea como primer paso para determinar si se requiere atención y tratamiento.

Para obtener más información sobre cómo proteger tu audición, visita uhchearing.com. Los miembros elegibles también pueden acceder a ahorros significativos en audífonos en comparación con los precios minoristas promedio nacionales. 

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